El fútbol de salón es uno de los deportes más populares en el territorio Colombiano.
Sea en el conjunto cerrado de edificios de lujosos acabados o en el barrio de calles a medio hacer, hay un pedazo de pavimento de 35 metros de largo por 18 de ancho, tan consentido por los vecinos como por la mismísima parroquia.
Es la cancha de microfútbol, a veces parte de un 'polideportivo' de baloncesto y voleibol. Y eso sin contar las canchas privadas y complejos de lugares de fútbol 5 y 'fútsal', que se han puesto de moda en el último lustro.
En Bogotá se calcula que al menos medio millón de personas juegan un partido de 'micro' o las modalidades paralelas, por torneo de barrio, interempresas o liga, o un 'picado' de amigos, durante un fin de semana en Bogotá.
Más que un plan de domingo, el microfútbol es una pasión que solo en Bogotá, se estima, se agrupa en más de mil torneos anuales, con la participación, en promedio, de 50 equipos por campeonato. En el país, esa cifra es imposible de apuntar en un solo dato.
La Federación Colombiana de Fútbol de Salón (no reconocida por la Federación de Fútbol ni por la Fifa, que apoyan el 'fútsal', su propio juego), dice tener 1,2 millones de jugadores de 'micro' en sus registros, de los cuales una cuarta parte (300.000) está en Bogotá, la verdadera ciudad del microfútbol del país, pues se juegan, según los datos oficiales, 2.000 partidos en un fin de semana
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