martes, 5 de octubre de 2010

EL ARBITRO Y EL CONTROL DE PARTIDO


Como lo leimos en la lectura publicada el día viernes, referente cómo los jugadores miden a los árbitros, ahora se analiza la forma en que el árbitro se las ingenia para mantener el control de un partido, se ve reflejada en el instante en que dobla su autoridad para favorecer el flujo del mismo; cuando este maneja el juego de una manera flexible y eficaz es porque varía su grado de participación dentro del mismo, es decir, su actuación fluctúa entre la temperatura del partido y la elasticidad otorgada a los jugadores.

Períodos críticos
Existen 3 períodos de 5 minutos en cada partido de fútbol de salón que casi siempre requieren medidas más estrictas por parte del árbitro estos son, los primeros 5 minutos de un juego; el período de cinco minutos, antes y después del medio tiempo; y los últimos cinco minutos de juego; ya que se ha comprobado que en gran proporción en estos abundan los problemas y enfrentamientos.

Fases de confrontación
En los ciclos en que los equipos se encuentren en su mayor grado de confrontación, el árbitro deberá sancionar las faltas en el mismo momento en que ocurran; ubicarse más cerca de las áreas de confrontación; advertir a los jugadores de una forma más abierta y pública; aplicar los correctivos disciplinarios de manera estricta y actuar con rapidez en los actos de discrepancia entre los jugadores; todo esto con el fin de mantener o recuperar el control del juego.

Etapas de tranquilidad
En contraste, durante los períodos de menos confrontación, el árbitro podrá “relajarse” y el control del juego será más leve, en estos casos es recomendable dar con mayor frecuencia y más abiertamente la ventaja; no ubicarse tan cerca de las jugadas; ser benévolo con los correctivos disciplinarios; para aumentar el flujo y el disfrute del encuentro.

Identifíquelas rápidamente
En general, los árbitros que ya tienen el nivel óptimo saben cuando comienzan los "cinco minutos críticos", para controlar los partidos lo hacen normalmente de forma aleatoria, esto les permite maximizar su capacidad de concentración, mejorar su aptitud arbitral y capacidad mental para obtener recursos e identificar los períodos más problemáticos; a continuación, les es más fácil relajarse para arbitrar las fases más tranquilas del juego.

Divida el juego en segmentos
Como recomendación final el arbitraje de un juego de fútbol de salón, se podrá dividir en ocho segmentos de cinco minutos, esto no sólo le proporcionará mayor control y seguridad al equipo arbitral, sino que permitirá saber en qué nivel está el partido; de igual manera servirá para hacer referencia a los incidentes del mismo y recordar aquellas situaciones en las que no se haya tenido claridad.

Artículo escrito por Antonio Pulido para www.revistaarbitros.com

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