lunes, 23 de julio de 2012

EL BALÓN A TIERRA


Escrito por: José Borda en original para www.revistaárbitros.com
El balón a tierra, es una reanudación del juego especial que se hace luego de una interrupción de juego necesaria, ésta se encuentra contemplada en la regla Nº 7 El inicio y la reanudación, y se debe conceder  cuando ocurre una detención del juego no estipulada en la reglas.
Cuando se otorga   
Se concede por dos situaciones específicas que ocurren dentro de un partido de fútbol de salón, la primera, por injerencia directa de los árbitros cuando se equivocan y reconocen su error, o cuando  no tienen la certeza de a quién se debe conceder un determinado tipo de reanudación. En el segundo caso se otorga por intervención directa de los jugadores, cuando cometen una falta del mismo valor técnico y cuando uno de ellos se lesiona.
El procedimiento
Para concederlo, el árbitro deja caer el balón donde estaba cuando se detuvo el juego, el partido se da por reanudado cuando el balón toca el piso; todo jugador que participe en la disputa del balón a tierra debe ubicarse a un metro de distancia del sitio donde se hará el  bote neutral. No existe un número máximo o mínimo estipulado para participar en un balón a tierra; el árbitro no puede decidir qué jugadores participan en esta reanudación; no puede ser otorgado en el área de meta, en este caso debe sacarse de la misma y concederse fuera de esta en la línea paralela.
Malestar generalizado
Siempre que se conceda un balón a tierra, se deben cumplir los anteriores requisitos y si por alguna circunstancia el balón terminara en gol impulsado por cualquier jugador, llámese defensor o atacante, el árbitro está en la obligación de convalidarlo. La anterior situación  representa malestar para los jugadores del equipo contrario, afortunadamente para el arbitro el mejor juego limpio que se debe aplicar debe ser el de balón a tierra.
Lo que se debe hacer
De una manera práctica los árbitros deben saber que hacer cuando sucedan este tipo de situaciones, si el árbitro deja caer el balón y se cumplen los demás requisitos y un jugador defensor luego de la reanudación patea directamente y el balón termina entrando en su propia meta, el árbitro deberá conceder un autogol; si quien patea es el jugador atacante y el balón termina en la portería contraria se deberá otorgar un gol a favor.
No es directamente
Si el árbitro suelta el balón y éste toca el piso y un  jugador lo toma con sus pies y sigue con él, o en su defecto  lo adelanta un poco para luego patearlo al arco y en las dos acciones convierte el gol, este debe validarse pues dichas situaciones no deben considerarse como “directamente”, ya que tienen un ingrediente diferente. De esta manera se ha dilucidado un tema engorroso en el que los árbitros no tenían nada que ver, y al cual tenían que darle estricto cumplimiento.

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